Dispositivos para nieve y hielo

Cuando el invierno vuelve resbaladizos los caminos, prevenir caídas es fundamental. Con nuestros crampones y suelas con clavos para zapatos, podrás desplazarte con mayor seguridad en superficies heladas.

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Los numerosos beneficios de seguridad de los accesorios de zapatos y hielo

Los accesorios para zapatos en nieve y hielo son una ayuda indispensable durante los meses de invierno, cuando la nieve, el hielo y el aguanieve pueden hacer que las calles estén resbaladizas y peligrosas. Al usar crampones para calzado, tendrás un agarre significativamente mejor y reducirás el riesgo de accidentes por caídas.

Especialmente los mayores y las personas con movilidad y equilibrio reducidos pueden beneficiarse enormemente de estas soluciones prácticas, ya que aumentan la seguridad en superficies resbaladizas y aportan una sensación de estabilidad y confianza.

Los accesorios de zapatos y hielo son fáciles de poner y quitar, lo que los convierte en una solución flexible para todo tipo de calzado. Además, muchos modelos están diseñados para ser discretos, de modo que no se ven sobre el calzado.

¿Qué tipo de accesorios de zapatos y hielo debo elegir?

Nuestros accesorios antideslizantes para zapatos están disponibles en dos tipos principales: con y sin púas, y tienen diferentes aplicaciones.

Accesorios de nieve con púas son ideales para superficies resbaladizas de hielo y nieve, donde los pequeños picos de metal se adhieren a la superficie proporcionando un agarre sólido. Son especialmente adecuados para uso exterior bajo condiciones invernales y en superficies irregulares como senderos forestales. Sin embargo, las púas pueden ser incómodas en superficies duras y lisas como baldosas o asfalto, donde pueden perder agarre y volverse resbaladizas. Asegúrate también de quitar los accesorios antes de entrar, ya que podrían dañar los suelos.

Accesorios de nieve sin púas en su lugar utilizan un recubrimiento antideslizante con una superficie rugosa que crea fricción contra superficies resbaladizas. Estos modelos son ideales para entornos más urbanos, donde cambias frecuentemente entre el exterior e interior, y entre áreas saladas y no saladas al aire libre. Además, protegen los suelos y requieren menos mantenimiento, ya que no hay púas que se desgasten o doblen. La desventaja es que no siempre proporcionan el mismo agarre que las púas en superficies muy heladas. Por lo tanto, la elección entre los dos tipos depende de dónde y cómo planeas usarlos.